Discurso del Embajador Lyu Fan en el Desayuno Informativo del Executive Forum España
2019-03-15 20:26
 

Distinguido Presidente César Chiva

Distinguido Director General José Manuel Martínez

Invitados y amigos todos:

 

Buenos días.

 

Agradezco sinceramente a todos el gran interés en China y en las relaciones entre los dos países. Y quiero aprovechar esta ocasión para intercambiar información y opinión con todos respecto a la situación económica china, el desarrollo de las relaciones bilaterales, así como otros temas de interés común.

 

Estos dos días, se han clausurado en Beijing las dos importantes sesiones anuales -la de la Asamblea Popular Nacional y la de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino-, convocadas hace dos semanas. Se trata de la agenda política más relevante de China.

 

Los grandes medios españoles también han seguido de cerca la convocatoria de estas sesiones, y muchos transmiten un notable interés en estas cuestiones: China, como locomotora del crecimiento económico del mundo, ¿está desacelerando el ritmo de crecimiento? y ¿afectará esta ralentización a la economía mundial?

 

En cuanto a estas cuestiones, solo quiero decir que a pesar de los profundos cambios en el entorno internacional y del arduo proceso de reestructuración económica, en 2018 la economía china ha podido marchar en general con paso seguro y progresar sobre la base de la estabilidad. Respecto a nuestro crecimiento económico en 2019 y en el futuro, creo que podemos tener una actitud optimista.

 

Esta actitud se debe a las siguientes razones.

 

En primer lugar, nuestra economía sigue manteniendo la tendencia al crecimiento.

 

En 2018, el producto interno bruto superó por primera vez los 13,6 billones de dólares, nuevo récord histórico, lo que sitúa al país en el segundo lugar del mundo.

 

Es cierto que el ritmo de crecimiento se ha ralentizado al 6.6%, y se prevé para 2019 un crecimiento entre 6% y 6,5%, el nivel más bajo en los últimos 30 años. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que China es la segunda economía del mundo, y la cifra base de su economía es enorme. En 2018, solo el volumen aumentado fue de 1,4 billones de dólares. Esta cifra equivale al producto interno bruto de Australia; es superior al 50% del PIB del Reino Unido y de Francia, y supone cerca de un tercio del PIB de Japón.

 

Por eso, no se puede exigir que una economía de enorme magnitud como la de China mantenga ritmos de crecimiento de años anteriores, porque es algo excesivo y contrario a la ley objetiva del desarrollo.

 

Este año, China ha establecido su meta de crecimiento entre un 6 y un 6,5%. Esto demuestra que el gobierno se ocupa más de un sano funcionamiento económico y no procura meramente el ritmo de crecimiento. El objetivo es estructurar un modelo económico más racional, renovar la industria manufacturera para que pase de precios baratos a altas tecnologías y alta calidad. Por otra parte, ponemos la mirada en el mercado de consumo nacional y en la protección del medio ambiente.

 

Segundo, la estructura económica china se va actualizando y mejorando.

 

En 2018, el consumo contribuyó el 76,2% al PIB; el peso específico del sector servicios en el PIB subió hasta el 52,2 %; el porcentaje del valor agregado de la industria de altas tecnologías aumentó en 11,7% respecto a 2017; la producción cerealera se mantuvo en más de 650 millones de toneladas por cuarto año consecutivo; el consumo energético por unidad del PIB bajó un 3,1%; se crearon 13,61 millones de puestos de trabajo; la población rural necesitada se redujo en 13,86 millones de personas; se tendieron 3.500 kilómetros de rieles para trenes de alta velocidad y 6.000 kilómetros de autopistas.

 

Ahora aplicamos un nuevo concepto del desarrollo. Nuestra economía ha entrado en la fase de desarrollo de alta calidad, posee potencial, resiliencia y mayor capacidad de resistir riesgos. Creo que pueden comprender que nuestra reestructuración y actualización económica está avanzando cuesta arriba y pasando por un proceso de dificultades y pruebas. En este proceso debemos ralentizar adecuadamente el ritmo, para después escalar más alto y llegar aún más lejos.

 

En tercer lugar, seguimos aplicando una economía abierta al exterior.

 

En 2018, a pesar de que reaviva el proteccionismo comercial, el comercio exterior chino creció y superó por primera vez los 4,62 billones de dólares, y el comercio de bienes se situó en el primer lugar del mundo.

 

El año pasado, celebramos con éxito la I Exposición Internacional de Importación, creamos la zona de libre comercio de Hainan y autorizamos el acceso de inversiones extranjeras a otros 22 ámbitos económicos. Se establecieron en China 60.000 nuevas empresas extranjeras, y los fondos foráneos utilizados efectivamente totalizaron más de 138.300 millones de dólares, lo que ubica al país en el primer lugar del mundo.

 

Los éxitos de la reforma y apertura de 40 años nos enseñan que la apertura trae el progreso, mientras el enclaustramiento conduce al atraso. Seguiremos aplicando firmemente la política de apertura al exterior y la estrategia de apertura basada en el beneficio mutuo y la ganancia compartida. En 2019, vamos a celebrar la II Exposición Internacional de Importación, agilizaremos aún más el acceso al mercado e identificaremos sinergias con las reglas económicas y comerciales internacionales.

 

Así mejoraremos nuestro entorno de inversión y ofreceremos mayores oportunidades de desarrollo a las empresas extranjeras. Las puertas de China al exterior no se cerrarán, sino que se abrirán cada vez más.

 

En cuatro lugar, la economía china seguirá contribuyendo al mundo.

 

En 2018, la economía china contribuyó el 30% al crecimiento mundial, siendo China la mayor contribuidora al desarrollo global. En cuanto a la iniciativa de la Franja y la Ruta, desde que fue lanzada hace cinco años, más de 140 países y organizaciones internacionales han firmado con China acuerdos de cooperación. Hasta estos momentos, el comercio que realiza China con los países relacionados con la iniciativa ha superado un total de 6 billones de dólares, las inversiones directas chinas en estos países totalizan 80.000 millones. Allí, hemos pagado 2.000 millones de dólares en impuestos y creado más de 240.000 puestos de trabajo.

 

Los antiguos chinos decían: "En tiempos difíciles, trate de buscar el autodesarrollo; si consigue el éxito, trate de que otros se beneficien." Este tradicional concepto del valor nos enseña a asumir responsabilidades sociales.

 

En el pasado, hemos pasado tiempos muy difíciles, por lo que entendemos perfectamente a los pueblos del mundo que aspiran a la felicidad y el desarrollo. Lo que pretendemos es seguir con nuestro autodesarrollo y, al mismo tiempo, hacer todo lo posible para contribuir al mundo.

 

En abril, Beijing será escenario del II Foro de Cumbre de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional. Este Foro apunta a implementar los logros de la cooperación en beneficio de un mayor número de países y darles la bienvenida al tren exprés de desarrollo de China para alcanzar juntos la prosperidad y el desarrollo.

 

Amigos, el mundo vive ahora grandes cambios nunca vistos en el último centenario. Se acelera la reforma del sistema de gobernanza global y del orden internacional, van en alza el proteccionismo y el unilateralismo y la globalización económica sufre reveses. China también afronta claras contradicciones y problemas en su crecimiento económico, y los riesgos y desafíos aumentan. Creo que es por ello que muchas personas muestran preocupación por el futuro de China.

 

Al dar una mirada retrospectiva, vemos que los chinos nunca nos hemos resignado ante las dificultades. Sabemos que no podemos depender de nadie para solucionar el problema de alimentación de 1.400 millones de personas. Para alcanzar el desarrollo, hemos de trabajar duro y sólidamente y con espíritu de autosostenimiento y superación.

 

En el corto tiempo de 70 años a raíz de la fundación de la República Popular, China ha llegado a ser en el mundo la segunda economía, el primer país industrial, el primer país de comercio de bienes y el primer país de reserva de divisas. Más de 700 millones de personas necesitadas han salido de la pobreza.

 

Hemos utilizado varias decenas de años para cumplir la industrialización que los países desarrollados necesitaron cientos de años para consumar. Si bien nos enfrentamos con dificultades, tenemos la confianza, la capacidad y las medidas necesarias para superarlas. Ralentización no significa perder el control. La economía china sigue siendo pujante y dinámica, y seguirá creciendo.

 

Puede que alguien pregunte ¿se debe esta ralentización económica a las fricciones comerciales con EE.UU.? A mi parecer, las fricciones comerciales entre China y EE.UU. generarán inevitables efectos negativos para las exportaciones de China, para sus empresas exportadoras y para su cooperación tecnológica con el exterior. Sin embargo, las medidas asumidas por el Gobierno chino para afrontarla adecuadamente han permitido que estos efectos se encuentren bajo control. Las fricciones económicas y comerciales no han alterado ni alterarán el aspecto fundamental de la economía china.

 

Es sabido por todos que en estas fricciones, China se ve obligada a salir en defensa propia y ha asumido una actitud racional y moderada, con el deseo de solucionar la disputa mediante diálogos constructivos y consultas. Sabemos que de la guerra comercial nadie saldrá ganando; creo que EE.UU. también es consciente de ello.

 

En estos momentos, las negociaciones entre ambos Gobiernos han progresado favorablemente, y esperamos una adecuada solución lo antes posible, de modo que el intercambio económico y comercial entre los dos países vuelva a la normalidad.

 

Como el mayor país en vía de desarrollo y el mayor país desarrollado, China y EE.UU. se complementan en lo económico y comercial y tiene intereses integrados.

 

En 2018, el comercio bilateral superó los 630.000 millones de dólares, y las inversiones recíprocas sumaron un total de 240.000 millones. Siempre decimos que la unión beneficia a ambas partes, mientras de la disputa nadie sale ganando, y solo se verá perjudicado un estable crecimiento económico mundial.

 

El mundo es suficientemente vasto para acoger la prosperidad y el desarrollo conjunto de todos. China y EE.UU. deben adaptarse a la tendencia histórica de la globalización económica, mejorar el sistema multilateral del comercio y reforzar la cooperación económica y comercial, e impulsar la globalización económica hacia un desarrollo en el que la apertura, la inclusión, los beneficios de alcance general, el equilibrio y el ganar-ganar tengan un nivel más alto, en beneficio de todos los países y pueblos.

 

Amigos, las relaciones entre China y España se remontan a tiempos lejanos. Ambos países iniciaron el intercambio de productos antes de los Grandes Descubrimientos del siglo XV, a través de la antigua Ruta de la Seda por mar, sentando sólidas bases para las actuales relaciones de amistad entre los dos países.

 

En estos momentos, siguiendo el mismo objetivo de promover el desarrollo, mejorar la vida del pueblo y procurar la justicia social, ambos países piden profundizar las relaciones y trabajar para actualizar la cooperación.

 

China siempre ha dado suma importancia a sus relaciones con España, y ve en ella su amigo confiable e importante socio de cooperación de la Unión Europea. En los 46 años de relaciones diplomáticas, ambas partes siempre han trabajado para mantener la amistad de larga data, superando todo tipo de dificultades.

 

Cabe señalar que políticamente, nuestra confianza mutua se ha venido consolidando.

Ambas partes han realizado frecuentes intercambios de alto nivel, siempre se han apoyado mutuamente en los problemas relacionados con los intereses clave, y se han manifestado partidarios del mantenimiento del multilateralismo y del sistema multilateral de comercio, para hacer que la gobernanza global sea más justa y racional, e inyectar en ella energía positiva.

 

Por otra parte, nuestra cooperación de beneficio mutuo ha podido profundizarse cada día más.

 

China es el primer socio comercial de España fuera de la Unión Europea, y España es, en el marco de la Unión Europea, el sexto socio comercial de China.

 

El año pasado, nuestro comercio bilateral totalizó los 33.700 millones de dólares, otro nuevo récord histórico. Los dos países también hemos promovido inversiones recíprocas: en España se han creado empresas chinas, y en China empresas españolas, que cubren las áreas de la energía, las finanzas, el transporte, las telecomunicaciones, las infraestructuras, etc.

 

Otro aspecto que quiero subrayar es el progresivo acercamiento de los dos pueblos. La larga historia de España y su cuantioso patrimonio cultural y artístico han atraído a un creciente número de turistas chinos. En China, hay una "fiebre por el español", idioma que se ha incluido como una de las asignaturas de los centros de enseñanza secundaria. En España, la gente se muestra también muy entusiasmada para aprender el chino mandarín, y el número de españoles que participan en el examen del nivel del chino se ubica en el primer lugar de Europa durante varios años consecutivos.

 

En noviembre de 2018, el presidente chino Xi Jinping efectuó una visita histórica a España. Se trata de la primera visita de un jefe de Estado chino a este país después de 13 años. La exitosa visita del presidente ha podido abrir nuevas páginas de las relaciones bilaterales.

 

Durante esta visita, el presidente chino se reunió con el Rey Felipe VI, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, así como otros altos dirigentes para pasar revista a las relaciones entre los dos países y planear la futura cooperación. De acuerdo con la Declaración Conjunta, ambas partes fortalecerán la cooperación y renovarán la Asociación Estratégica Integral, dándole nueva fuerza motriz.

 

Ambos países también han procurado encontrar puntos de convergencia, a la hora de firmar un total de 18 acuerdos gubernamentales o empresariales, que cubren amplios campos como el mercado de terceros, las finanzas, la ciencia y tecnología, las telecomunicaciones, la carne porcina y las uvas. Todo ello ha permitido que la cooperación se ha consolidado y afianzado aún más.

 

Quiero subrayar especialmente la favorable posición asumida por España para incorporarse a la iniciativa de la Franja y la Ruta. El Rey Felipe VI la califica como promotora de la globalización económica, y el presidente Pedro Sánchez sostiene que existe un gran potencial de cooperación en esta materia. De hecho, España siempre se muestra activa para cooperar en el marco de esta iniciativa.

 

A partir de finales de 2014, cuando empezó a funcionar el tren Yiwu-Madrid, 13 regiones autónomas españolas se han incorporado a este proyecto. Hasta estos momentos, el tren ha hecho un total de 600 recorridos, con 50.000 contenedores de productos a bordo. Como una marca de la iniciativa de la Franja y la Ruta, que ha traído beneficios reales para los dos pueblos, el tren ha devenido uno de los importantes logros de la cooperación alcanzados por ambos países.

 

Amigos, en China decimos: "El apoyo de todos hace próspera una causa". Creo que los invitados aquí presentes, como élites económicas y empresariales, se han concienciado seguramente de la importancia del intercambio económico y comercial entre los dos países. Para un mayor desarrollo de nuestra cooperación de beneficio mutuo, su fuerte apoyo es indispensable.

 

Por lo tanto, espero que ustedes tengan confianza en la cooperación entre China y España, que se complementan económicamente. Esta cooperación, cimentada en una sólida base, es lo que exige nuestro desarrollo y dará fuerte soporte a este. España mantiene estrechos vínculos con América Latina y Africa por su ventaja de ubicación geográfica. Esta es la razón por la que debemos explotar el potencial y llevar a cabo grandes actuaciones.

 

También espero que sepan aprovechar el propicio periodo coyuntural histórico. Juntos nos guiamos por los consensos alcanzados por ambos Gobiernos, para poner en práctica los resultados logrados en la pasada visita de Estado del presidente chino, tomar parte en la cooperación en el marco de la Franja y la Ruta y promover un mayor número de nuevos proyectos, con el fin de impulsar que las relaciones bilaterales alcancen nuevas cotas.

 

Sean todos bienvenidos a China, identificando allí oportunidades de negocio, para después compartir experiencias con amigos y colegas. Creo que a través de ustedes, como puente de amistad, alcanzaremos un mayor intercambio y desarrollaremos una cooperación más estrecha.

 

Muchas gracias.

Para sus Amigos:   
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