China y España tienen grandes espacios de acción para la cooperación económica y comercial
publicado en el diario ABC el día 26 de marzo de 2017
2017-05-18 19:59

China y España tienen grandes espacios de acción para la cooperación económica y comercial

Lyu Fan, Embajador de la R.P. China en España

Desde que asumí como Embajador en España hace algo más de dos años, he podido enterarme con satisfacción de muchos resultados alentadores de la cooperación económica y comercial entre los dos países, la que se ha profundizado y ha dado pasos sustanciales. Pero soy consciente de que todavía existen puntos débiles que dejan mucho que desear, o sea, contamos con gran potencial para seguir mejorándola.

Hablando de estos aspectos alentadores, quiero destacar primero que al superarse los efectos negativos de la crisis de deuda europea, el comercio bilateral ha cobrado un rápido crecimiento, que en 2016 alcanzó los 27.400 millones de dólares, rebasando el nivel registrado antes de la crisis. Ahora, China es el mayor socio comercial de España fuera de la Unión Europea, y dentro de ésta, España se sitúa el sexto lugar del comercio con China. Quiero hacer especial mención que en enero de 2017, las exportaciones españolas a China han repuntado en un 52,7%, lo cual hace que el comercio bilateral tienda a ser equilibrado.

En segundo lugar, respecto a la cooperación en inversión y turismo, se ha presentado un flujo de inversión y turistas en ambos sentidos. Para finales de 2016, España tenía en China un total de 2.292 proyectos y más de 700 empresas, con una inversión real de 3.520 millones de dólares. Y las inversiones directas chinas en España alcanzaron los 700 millones de dólares. El año pasado, más de 300.000 chinos estuvieron de visita en España, liderando los gastos por persona de turistas extranjeros.

En tercer lugar, se han aumentado los canales de logística. A mi llegada hace dos años, una sola compañía aérea operaba una línea directa, con cinco vuelos semanales. Pero, ahora cinco compañías trabajan con 6 líneas, con 25 vuelos por semana. Los trenes Yiwu-Madrid recorren siete países por la línea férrea de 13.052 kilómetros, la más larga del mundo. Realizan dos viajes cada semana, y el viaje más corto solo dura 15 días, lo que facilita mucho el transporte de carga de ambas partes.

Estos resultados satisfactorios han sentado sólidas bases para nuestra futura cooperación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que respecto al enorme volumen económico de los dos países y su fuerte ventaja de complementación, las cifras antes mencionadas no bastan para que estemos complacidos y conformes, porque muchas empresas de excelencia de China todavía no tienen presencia en España, y bastantes empresas renombradas españolas aún no han entrado en el mercado chino. Este es el objetivo que debemos hacer esfuerzos por cumplir.

Entonces, ¿cuáles son las perspectivas para la cooperación entre los dos países?

En los últimos más de 30 años, la economía china ha mantenido un crecimiento promedio anual del 10%, situándose como la segunda economía del mundo y contribuyendo más del 30% a la economía global. La China de hoy es no solo la "fábrica", sino también el mecardo del mundo. Es el mayor socio comercial y el mayor mercado de más de 130 países; asimismo, es el mayor país emisor de turistas a nivel internacional y el principal país de inversión en el exterior.

El presidente Xi Jinping anunció, en el reciente Foro de Davos, que China importará en el próximo lustro productos extranjeros valorados en ocho billones de dólares e invertirá en el exterior 750.000 millones de dólares, y que 700 millones de chinos saldrán del país como turistas. Todo esto representa valiosas oportunidades de negocio que ninguna empresa excelente y ambiciosa puede pasar por alto.

¿Cómo aprovechará España estas oportunidades? Sobre esta cuestión, puede que sirva de refrencia mi consejo en los siguientes aspectos.

1. Hay que tener en estima la buena relación política entre ambos países y aumentar la confianza política mutua y los sentimientos de amistad entre los dos pueblos, con el fin de crear para los empresarios un amistoso y confiable entorno de negicios. Precisamente a esto se refiere cuando los chinos decimos que "la armonía genera riqueza".

2. Los empresarios de ambos países deben conocer a fondo el mercado del uno y del otro, y emplear las propias ventajas y saber con especificidad la necesidad de los clientes para suministrar productos adecuados. Las empresas chinas, en lugar de seguir modelos chinos, deben cumplir las regulaciones y normativas españolas, así como respetar las costumbres de negocios locales.

En España, los hoteles y comercios deben entender las costumbres especiales de los turistas chinos, y las empresas deben enterarse de las necesidades y preferencias del consumidor chino, para desarrollar productos que sean adecuados a la demanda.

Algunas empresas españolas tienen productos exitosos, pero al sufrir reveses en su negocio, fácilmente abadonan el mercado chino. Por eso, para abrirse paso en el gran mercado nuestro, se requiere "paciencia china", minuciosidad y persistencia.

3. Es necesario hacer esfuerzos por encontrar nuevos focos de crecimiento para la cooperación económica y comercial. A medida que se desarrolla nuestra economía, los chinos tenemos mayores exigencias materiales y espirituales, las cuales España está en condiciones de satisfacer, porque tiene productos agrícolas de alta calidad y ricos recursos turísticos y culturales.

Además de las áreas agrícola y turística, podemos cooperar en educación y deportes. En estos momentos, 40.000 jóvenes chinos estudian el español, y 40.000 españoles están aprendiendo el chino mandarín. En China, el Real Madrid y el Barça tienen más aficionados que en España.

4. La posibilidad de cooperar con terceras partes. Ambos países tenemos poderosas empresas financieras y de construcción. Todas ellas tienen fuerte competitividad en el mercado internacional, pero también pueden complementarse mutuamente aprovechando sus respectivas ventajas. Saldrán beneficiadas y compartirán las ganancias sólo en la cooperación; lo contrario significa pérdidas seguras para unas y otras.

Gracias a los esfuerzos hechos a lo largo de estos años, España ha logrado salir de la crisis y recuperar el crecimiento económico, y China, en proceso de profundizar la reforma y ampliar la apertura, está entregada a cambiar el modo de su crecimiento. Todo esto significa buena coyuntura para el desarrollo, que rara vez se presenta.

Hacer realidad las metas arriba referidas necesita que los Gobiernos de los dos países planeen las relaciones bilaterales desde la óptica estratégica, y que las empresas cooperen sinceramente.

Soy de la convicción de que China y España tendrán grandes espacios de acción para su cooperación económica y comercial, siempre que trabajen con entusiasmo, buena fe, persistencia y espíritu de trabajo sólido.

Para sus Amigos:   
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